Poza Rica, Ver. – Al cierre de un ciclo y el inicio de uno nuevo, muchas personas buscan maneras de atraer prosperidad, tranquilidad y bienestar espiritual. En el Mercado Poza Rica, Carlos Pérez Carrión, líder espiritual y heredero de una tradición de 52 años en «La Sagrada Familia», comparte sus conocimientos sobre cómo comenzar el año con energía positiva a través de rituales y prácticas de santería. Carlos recomienda iniciar el año con un despojo espiritual utilizando veladoras, un ritual que ayuda a retirar las malas energías acumuladas y prepara el camino para recibir bendiciones.
Este sencillo acto puede realizarse en casa, acompañado de imágenes de la Divina Providencia o del Niño Jesús, para cargar el ambiente de buena vibra y esperanza. Otra práctica esencial son los baños con hierbas, una tradición que ha sido modernizada con la incorporación de hierbas importadas de países de América Latina, seleccionadas específicamente para «quitar todo lo malo».
Estos baños son ideales para liberar tensiones, renovar energías y equilibrar el espíritu al iniciar el año. Para mantener la armonía durante los próximos meses, Carlos sugiere utilizar velas mensuales. Encender una vela con intención cada mes ayuda a estimular el bienestar y a mantener un flujo constante de energía positiva en el hogar. Además, el experto espiritual resalta la importancia de identificar señales de desequilibrio, como la ansiedad, la falta de sueño o una sensación constante de intranquilidad.
«Cuando uno siente que algo no está bien en su vida, es momento de buscar ayuda espiritual», comenta Carlos.
Desde imágenes religiosas hasta recetas para rituales, «La Sagrada Familia» ofrece todos los elementos necesarios para iniciar el año con fe y esperanza. Carlos invita a las familias de Poza Rica a participar en estos ritos y a cargar su hogar con la energía positiva que los acompañará a lo largo de todo el 2025. Con estos consejos, el inicio del nuevo año no solo será una fecha en el calendario, sino una oportunidad para renovar el espíritu y prepararse para los retos y bendiciones que están por venir.