Rechazaría asumir la diputación local, por buscar ambiciosamente ser candidata a la alcaldía de Tamiahua, otra vez
Tamiahua, Ver.- En medio del panorama político, Citlali Medellín Careaga ha encendido la polémica al rechazar la posibilidad de tomar protesta como diputada local, en caso de que el actual legislador Daniel Cortina sea designado candidato a la alcaldía de Tuxpan. Este gesto ha desatado señales contra la tamiahuense, que solo sigue sus intereses particulares.
Medellín Careaga parece obsesionada con volver a ocupar el puesto de alcaldesa en Tamiahua, dejando de lado sus actuales responsabilidades políticas. Desde que dejó la presidencia municipal, ha insistido en regresar a ese cargo, pese a que su administración fue duramente criticada por los tamiahuenses. Muchos recuerdan su gestión como polémica y poco eficiente, lo que genera dudas sobre las verdaderas razones detrás de su afán por retomar el control en el municipio.
La decisión de abandonar la representación del distrito local, con el único fin de seguir sus ambiciones personales, plantea una interrogante importante: ¿qué opina la gobernadora sobre este acto de desprecio hacia el compromiso público? Parecería que Medellín Careaga subestima la capacidad de otros perfiles para gobernar Tamiahua, como si no hubiera otros actores con capacidad de estar al frente de una candidatura.
La situación no solo refleja una aparente falta de respeto hacia la carga que se le ha conferido, sino también una desconexión con las necesidades y expectativas de los ciudadanos. Este tipo de actitudes dejan en evidencia una prioridad clara por intereses mezquinos y de ego.
En un momento en el que se necesita liderazgo y compromiso en todos los niveles de gobierno, este episodio pone sobre la mesa una pregunta crucial: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar Citlali Medellín para cumplir sus objetivos personales, incluso si ello implica dejar acéfala la representación del distrito local?
