Tuxpan, Ver.- Ayer por la mañana, cinco hombres fueron ejecutados y sus cuerpos abandonados sobre la carretera federal México-Tuxpan a unos metros del lugar conocido como La Virgencita, en el puerto tuxpeño. Entre las víctimas se encuentran los dos jóvenes que fueron privados de su libertad desde el pasado lunes en el fraccionamiento Poza de Cuero.
Apenas minutos después de las siete de la mañana, una llamada anónima al 911 indicó el macabro descubrimiento. Se sabe que apenas y policías de Tuxpan confirmaron el hecho, la zona fue sitiada por federales, estatales y militares quienes prohibieron el acceso.
Reportes oficiales indicaron que las cinco víctimas estaban amarradas, mostraban huellas de tortura y un balazo en la cabeza. Médicos forenses indicaron que los ahora occisos llevaban ahí menos de 6 horas, pues la sangre estaba muy fresca. La Policía halló indicios en la zona de los hechos y en calidad de desconocidos los cinco cadáveres fueron llevados al Semefo en Tuxpan, y de la misma manera el fiscal quinto en aquel distrito, Javier Valderrábano Vázquez, ordenó las primeras investigaciones a la Policía Ministerial, por lo que antes del mediodía ya se tenían avances.
Irving y Carlos, entre los cinco
Fotografías de las víctimas inundaron en pocos minutos las redes sociales y fue de esa manera que sus familiares se trasladaron a Tuxpan.
Una fuente oficial confirmó que por desgracia figuraban entre la lista de los cinco hombres muertos los dos jóvenes de nombres Carlos Moisés Carmona Sánchez e Irving Abimael Lezama Pérez, ambos contaban con 22 años de edad y vivían en el fraccionamiento Poza de Cuero, ubicado a unos metros de Las Gaviotas. Los dos fueron sacados con lujo de violencia de una casa a las 3 de la tarde del lunes 16 de octubre.
La angustia, la desesperación y el miedo se apoderaron de los familiares de los dos jóvenes y minutos después denunciaron para que la Policía investigara; a poco tiempo de que se cumplieran 48 horas las esperanzas se agotaron: las redes sociales daban a conocer la terrible noticia.
Incrédulos ante los encabezados de portales informativos, los familiares acudieron a la morgue de Tuxpan donde finalmente todo quedó confirmado: en la sala de necrocirugías se encontraban los cuerpos de los dos jóvenes, ambos con el tiro de gracia. Sin dar crédito a la tragedia, los familiares optaron por reclamar los cuerpos ante el fiscal quinto en la Unidad Integral de Procuración de Justicia en Tuxpan.
Es importante mencionar que tras las investigaciones hechas por este medio, se logró saber que Carlos Moisés Carmona Sánchez contaba con una orden de aprehensión por el delito de lesiones en agravio del hijo de un exagente del Ministerio Público en Poza Rica.
¿Quiénes eran los otros tres?
De acuerdo a las versiones oficiales, otra de las víctimas era un taxista de Poza Rica a quien los familiares identificaron como Rubén Cruz Morales, quien presuntamente desapareció desde el martes; la familia no aportó muchos detalles a la Policía y por su desaparición no había denuncia al respecto.
Otro de los ejecutados respondía al nombre de Francisco Moisés Vidal Muñiz, quien se dedicaba a jugar futbol y vivía en la colonia Antonio M. Quirasco de Coatzintla. No tenía empleo fijo, dijeron algunos allegados.
Por la tarde, la última víctima fue reclamada ante el Ministerio Público, los familiares de dicha persona lo identificaron como Marino Hernández Espino, quien era vecino de esta ciudad petrolera, trabajaba como chofer de un camión y desde las 16:00 horas del martes nada sabían de su paradero; estuvo recluido en el penal de Poza Rica y tras salir de prisión comenzó a trabajar como camionero. Vivía en la colonia Las Granjas de esta ciudad.
Los familiares de las víctimas exigieron que las autoridades indaguen al respecto y castiguen a los responsables.
