POR: KATTIA VERA
La ciudad enfrenta una situación crítica debido al alto número de coladeras abiertas en distintas vialidades, un problema que se ha vuelto un riesgo constante para automovilistas y peatones. La falta de mantenimiento, la saturación del sistema pluvial y la creciente demanda de desazolve tras las recientes inundaciones mantienen esta problemática sin resolver.
Conductores señalan que el peligro es cotidiano, pues varios vehículos han caído parcialmente en coladeras sin tapa, situación que podría derivar en accidentes mayores. “Es un peligro latente; hemos visto cómo los carros se van en las coladeras abiertas y es solo cuestión de tiempo para que ocurra algo grave”, expresaron automovilistas preocupados.
El riesgo también afecta a peatones, especialmente a niños, personas adultas mayores y personas con discapacidad, quienes transitan en zonas donde estas estructuras permanecen expuestas. Vecinos de múltiples colonias han insistido en que la situación se agravó con las recientes lluvias, mismas que provocaron taponamientos y la necesidad urgente de desazolve en varias calles.
Pese a los reportes ciudadanos, la atención ha sido insuficiente y las coladeras continúan abiertas, convirtiéndose en un peligro que demanda intervención inmediata por parte de las autoridades.
Calles inseguras por coladeras sin tapa
