Buscadores exigen justicia tras hallazgo en Izaguirre

Buscadores exigen justicia tras hallazgo en Izaguirre

Madres y familiares de desaparecidos aseguran que lo ocurrido en Jalisco no es un hecho aislado.

En una jornada de luto y vigilia nacional por las víctimas del campo de exterminio descubierto en el rancho Izaguirre, en Jalisco, las madres y familiares de personas desaparecidas se unieron para exigir justicia. Durante la concentración en el Zócalo capitalino, los participantes dejaron claro que lo sucedido en Teuchitlán no es un caso aislado, sino un reflejo de la grave crisis de desapariciones que afecta al país.

En el lugar, se replicó con pintura el predio del rancho Izaguirre, colocando zapatos en los que se depositaron veladoras, flores y cruces, en memoria de las más de 400 personas halladas en ese sitio. Las familias escribieron palabras como «fosas», «crematorios» y «centros de reclutamiento» en el pavimento, y en letras grandes, le exigieron a la presidenta Claudia Sheinbaum: «¿Ahora sí nos ve?».

Las familias, que portaban fotos de sus seres queridos desaparecidos, pidieron a Sheinbaum reconocer la crisis de más de 120,000 desapariciones en el país y que asuma su responsabilidad en la búsqueda de justicia. En su pronunciamiento, destacaron que son las propias familias las que, ante la omisión del Estado, han asumido la carga de buscar a sus seres queridos, a pesar de los años de dolor y la falta de respuestas.

Algunas de las madres, que provienen de estados como Guerrero, Guanajuato y Coahuila, recordaron que la desaparición forzada comenzó en la guerra sucia y se agudizó tras la declaración de guerra contra el narcotráfico por parte del ex presidente Felipe Calderón. Sin embargo, lamentaron que durante las administraciones de Sheinbaum y su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, el fenómeno no haya cesado.

Las familias exigieron que se sancione a los servidores públicos responsables de permitir este horror, como el destapado en Teuchitlán, y que se identifiquen los restos de las personas encontradas en el rancho. En el acto también se rindió homenaje al colectivo Guerreros Buscadores, quienes hallaron el centro clandestino en Jalisco, y se realizó una oración por aquellos que no pudieron despedirse de sus seres queridos.

El evento, lleno de dolor y emoción, se vio interrumpido por un grupo de jóvenes que protestaron contra el gobierno, retirando las vallas de metal que rodean Palacio Nacional y desplegando una manta que decía: «México no es un país, es una fosa». A pesar de los intentos de algunos manifestantes por agredir a la policía, muchos de los asistentes pidieron que se mantuviera el acto pacífico, evitando que el dolor de las familias fuera instrumentalizado en un contexto de violencia.

Las madres y padres dejaron claro que su lucha por la verdad y la justicia continúa, y que, ante la indiferencia del gobierno, seguirán buscando a sus seres queridos.

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