Álamo Temapache se está quedando sin bosques

Álamo, Ver.- Para prevenir que el cambio climático continúe agravando la situación de escasez de agua en el municipio y la región, e intentar revertir los efectos de la deforestación, conocedores del tema proponen disminuir por lo menos en un diez por ciento la superficie general de las huertas citrícolas, y en su lugar sembrar árboles mucho más altos para que atraigan las lluvias.

Advirtieron que de seguir la tala de árboles para convertir esas superficies en parcelas de cítricos dañará más el ecosistema, pues las plantas de naranjo, en sus diversas variedades, no sirven para atraer precipitaciones pluviales.

En este tenor, el viverista y citricultor Erasmo Monroy Gutiérrez sugiere a los productores en general sumarse a la lucha contra los efectos del cambio climático mediante la reforestación, por lo menos, del diez por ciento de las superficies de sus huertas, con árboles maderables o frutales de gran altura.

“Ya no tenemos bosques en el municipio, y eso está influyendo también en la ausencia de lluvias. De continuar esta tendencia, de nada nos valdrá tener la mayor superficie de huertas citrícolas, porque al final no habrá producción”, estima.

Su voz se une a la del comisariado ejidal de Lomas de Vinazco, Rolando de la Cruz, quien con anterioridad advirtió también el gran daño que la deforestación, para sembrar árboles de naranjo, ha hecho en la zona indígena del municipio, en donde en veinte años se han perdido varios manantiales.

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