* De Thomas Jefferson: “Espero que nuestra sabiduría crezca con nuestro poder y nos enseñe que cuanto menos usemos nuestro poder, mayor será”. Camelot.
ECOS DE QUERÉTARO
El gobernador Kuri González fue tajante: “Esto no va a quedar impune. Yo me quiero dirigir a ti, criminal; no me importa donde estés, donde hayas nacido o donde te estés escondiendo. Voy a dar contigo. Lo que hiciste ayer, lastimó y ofendió a todas las familias queretanas y de todo el país. Lastimaste a visitantes, cuando somos un ejemplo de hospitalidad. Pusiste en riesgo a las familias que quieren disfrutar de un evento deportivo. Voy a dar contigo, no mereces estar en las calles queretanas, no lo vas a estar más”.
Algunos especularon que aquello fue una acción concertada, preparada para desprestigiar al gobierno y gobernador de Querétaro, un estado del país donde no pasa nada, donde ni hay crímenes violentos, ni levantones ni feminicidios y camina en la pujanza de la industrialización y las inversiones, con un buen gobernador, Mauricio Kuri González, el que en la pasada contienda electoral fue el más votado. Supe de buena fuente que tiene muy buena relación con el presidente AMLO, y cuando se vieron en Palacio Nacional, como gobernador electo, hubo química entre ellos, AMLO le habló de muchas cosas y Mauricio salió contento. Por ahí no creo que venga. Son las Barras que han inundado de violencia el futbol mexicano, cuando el tal Andrés Fassi, de Pachuca, fue por ellas a Argentina y las copió para que aquí se volvieran salvajes, como Gengis Kan. Las Barras llegan bien pachecos, alcoholizados y todavía con las chelas del estadio le dan a la vida loca. Lo peor es que somos sede compartida de un Mundial que viene. Algo se tiene que hacer, porque las escenas que circularon en las redes sociales, con gente casi desnuda, ensangrentada, tiradas desmayadas, y con padres protegiendo y cuidando a los niños que huían despavoridos, son escenas de guerra, no de un partido de futbol. Algo tendrán que hacer. El presidente, lógico, dijo que son ‘resabios de gobiernos anteriores’, como si él viviera en un mundo raro.
EL FISCAL FISCALIZADO
El lío de Querétaro sirvió para que el fiscal Alejandro Gertz Manero pasara a segundo término. Un escándalo lo sigue. Sucede que el fiscal fue fiscalizado y le infiltraron, como en tiempos del Cisen, una grabación donde se ningunea a la SCJN y habla de todos los estropicios que tiene en su fiscalía. No solo contra la gente a la que le ha abierto procedimientos aberrantes, sino en contra de la familia política de su hermano, a quien tiene a una mujer de la tercera edad, Alejandra Cuevas, en la cárcel por sus pistolas desde hace un año, por el poderoso cargo que ostenta. Este es un hombre que, al terminar el sexenio, debe ser candidato para pisar la cárcel, con todo y que le dure su fiscalía más años que los de AMLO. Es el hombre que más daño le ha hecho al presidente y el presidente lo sostiene contra viento y marea. Fue un espionaje el que le hicieron, sucede que habla con su segundo de a bordo y suelta la sopa de que tiene a la mano a los magistrados a su favor, para el caso de sus familiares políticos. El Senado ya pidió que comparezca. Y en ese intervenir del poder, que cuando es absoluto corrompe absolutamente, tiene en un puño al hijo de la leyenda del periodismo, Julio Scherer, a quien culpa de que, cuando estaba en Palacio Nacional al lado del presidente, filtró a la revista Proceso todas las propiedades millonarias que conserva contra viento y marea. Algún día alguien hará justicia, ahora no se puede, porque le 4t protege a todos esos crápulas, pero algún día algo pasará, siempre vendrán tiempos mejores, diría Yuri. Ocurrió una vez con Stalin, cuando ostentaba el poder era intocable, pero en cuanto lo dejó, algunos dicen que envenenado, se fue al basurero de la historia. Un bad hombre.