La elevada nómina de Petróleos Mexicanos (Pemex) está generando que organicen nuevos ajustes, además de los que ya se han presentado, que han causado preocupación, en especial entre los trabajadores de confianza, quienes han perdido parte de sus prestaciones laborales.
La Cuarta Transformación asegura que la red de complicidades en la empresa productiva del estado generada por las administraciones federales pasadas, dejaron corrupción e incompetencia en la industria petrolera, y ahora planean eliminar el exceso de personal. Desde 2009, la empresa había reportado 11 mil empleados sin materia de trabajo, es decir, que asistían a las instalaciones y no hacían nada, pero sí cobraban.
Pemex tiene 125 mil 989 trabajadores, de los cuales 23,938 son de confianza y el resto sindicalizados. El número se eleva a casi 154 mil cuando se incorpora al personal que se contrata para cubrir suplencias, vacaciones e incapacidades, sin embargo, los trabajadores de confianza cuentan con más de una tercera parte del pasivo laboral.
Aunque desde 2017, la petrolera se había propuesto optimizar la plantilla, reduciendo el tiempo extra, actualmente, el exceso de personal le ha venido representando un fuerte gasto.
Desde el primer Contrato Colectivo de Trabajo celebrado en 1942, se pactó un sistema de seguridad social que incluía -entre otros aspectos- el otorgamiento de pensiones jubilatorias, definido a cargo únicamente del patrón, es decir, los trabajadores no otorgaban ni un solo centavo para su fondo de retiro, todo era cubierto por Pemex.
Bajo este esquema, durante 2000 y 2014, el pasivo laboral devengado (Obligaciones por Beneficio Definido), definido como el valor presente del pasivo laboral total, menos las obligaciones futuras de los trabajadores activos venía creciendo a una tasa promedio anual de 18%, para ubicarse en 1.47 billones de pesos en 2014, afectando las finanzas de la empresa.
Con la reforma energética y la reforma al sistema de pensiones de Pemex, el personal que ingresó a la empresa a partir del 1 de enero de 2016, se incorporó a un régimen de cuentas individuales con una aportación total de 23.05% sobre el salario (Pemex 16.15% y el trabajador 6.9%), contando con el beneficio adicional del servicio médico proporcionado por la empresa, lo que permitió migrar de un sistema de beneficio definido a uno de contribución definida.
Sin embargo, los trabajadores activos que ingresaron previo a la reforma, permanecerán en el esquema anterior con un aumento en los requisitos de jubilación a 60 años y 30 de servicio o 40 años de servicio sin límite de edad.
Ahora, para equilibrar la nómina de Pemex, lo que está haciendo la Cuarta Transformación es el retiro de prestaciones, como lo es un cheque mensual a los trabajadores de confianza y el retiro de créditos para vivienda, así como para vehículos, lo que comienza a repercutir en la economía de quienes gozaban de estos beneficios.